Mi nombre es Eliana, desde el año 2005 vivo junto a Pedro, ambos llegamos desde un pueblo llamado Quirihue en la VIII Región, nos reencontramos acá en Santiago y comenzamos una relación de 12 años.
Siempre hemos querido tener un bebé, pero en los primeros años de relación era cómodo vivir pendientes solo de nosotros, por lo que no nos preocupamos. Hace 6 años comencé con sangrado y acudí a un ginecólogo, me indicó una ecografía, en donde me indicaron que estaba embarazada, lo que nos produjo una enorme felicidad, que solo duró unos minutos. El profesional que realizó la ecografía me indicó que era una irresponsable por que estaba obesa y era un riesgo traer así un hijo al mundo, que lo más probable era que estaba teniendo un aborto espontáneo y eso fue lo que finalmente ocurrió. Estoy de acuerdo con lo que me indicó, sin embargo creo que la forma en que lo señaló no era la adecuada, no soy una persona extremadamente sensible, pero debo reconocer que fue muy difícil escuchar tanta información de tan mala manera, de un profesional de la salud.
Luego de esto concurrí a varios médicos y todos me indicaban que debía bajar de peso, pesaba 102 kilos. Encontré un doctor que me ayudó con ese tema y como en 1 año bajé 22 kilos, no con dieta sino que con cambio de hábitos, no obstante, cada vez que acudía a un doctor me señalaba que debía seguir bajando de peso y no hacían ningún tipo de examen ginecológico. De los exámenes que me realizaron, detectaron resistencia a la insulina y me indicaron tratamiento con metformina.
Un día, en mi trabajo un colega me contó que en el Centro Médico de la Universidad de Los Andes que está al lado del Hospital Parroquial había un programa en donde los habían ayudado a su señora y a él a tener a su primer hijo. Con un poco de temor y desconfianza, ingresé a Internet y encontré el programa PROCEF, busque un teléfono y llamé para pedir una hora. La secretaria que contestó me dijo: “no me corte, le comunicó con la matrona”, me pareció muy extraño que una matrona fuera a atender el teléfono, pero para mi agradable sorpresa me atendió Ximena Mallea, quién muy amablemente escuchó mi caso y me dio una hora de atención.
Cuando fuimos con Pedro a la cita, en vez de enfocarse en los kilos que tenía demás como lo hacían los demás doctores, me felicitó, por los kilos que había perdido y me motivó a seguir bajando en la medida de lo posible, lo que llamó mucho mi atención. Me sugirió solicitar hora con el Dr Donoso y comencé a aprender sobre los ciclos, realizando unas cartolas. Tenía ciclos irregulares pero recién hasta ahora a los 34 años lograba entender cuales eran mis días fértiles.
Ya una vez que fuimos a la cita con el Dr Donoso, también la atención fue amable, sin prejuicios y con una disposición a ayudar, como haciendo mi problema, un problema de ellos en el cual yo sentía su compromiso, me indicó un seguimiento, en donde se constató que no estaba ovulando.
Luego se realizaron 3 ciclos con medicamentos de inducción de ovulación, a los que mi cuerpo respondió y ovulé en los 3 ciclos, no obstante no hubo embarazo.
En el mes de Noviembre el doctor nos indicó 2 exámenes, una histerosalpingografía a mí y un espermiograma a Pedro. La histerosalpingografía arrojó que tenía una trompa obstruida y el espermiograma que tenía un 1% de espermios normales y un 99% anormales.
Con estos diagnósticos quedamos devastados, sin embargo teníamos una especie de tranquilidad de saber que habíamos hecho lo posible por tener un bebé.
Al llevar estos exámenes, el Dr. Donoso indicó que debíamos estar tranquilos y que aún había esperanzas, derivó a Pedro a atención con Urólogo, Dr Ignacio Morales quién le solicitó exámenes y luego le recetó unos medicamentos y respecto de la trompa obstruida me indicó un nuevo examen, pues podría tratarse de un espasmo y no necesariamente de una obstrucción.
En el mes de Abril del año siguiente, debía solicitar hora para el examen pero no había llegado mi periodo, así que como se costumbre, cada vez que me hacía un test de embarazo, al día siguiente me llegaba, compré un test para acelerar este proceso y poder hacerme el examen. Mi gran sorpresa fue ver que a diferencia de los muchos test que me había realizado, este tenía una línea roja y al lado una casi imperceptible línea rosada. No lo podía creer, pero podía ser un error así que fui a comprar dos test nuevos, los que arrojaban el mismo resultado.
Al día siguiente, sin hablar con nadie del tema, me comuniqué con Ximena, quien me indicó hacerme un examen de sangre para estar segura. Felizmente el examen de sangre arrojó que tenía 3 semanas de embarazo, se lo dije a Pedro y él también estaba feliz. Los medicamentos indicados por el Dr Morales habían dado resultados y sus niveles de testosterona se habían normalizado.
Felices con la noticia comenzamos nuestros controles con el Dr Bustos, quién nos ha acogió amablemente en cada una de las ecografías y controles, tranquilizando nuestra ansiedad con un profesionalismo a toda prueba lo que nos ha permitido llevar estos ya 8 meses de embarazo, con tranquilidad, disfrutando cada día, sin ansiedad con un embarazo maravilloso, sin mareos, náuseas ni molestias de las que muchas otras embarazadas sufren. Nuestras familias y amigos estén felices compartiendo con nosotros esta hermosa etapa de nuestras vidas. Increíblemente solo falta un mes para que nuestra pequeña esté con nosotros y gracias al maravilloso equipo que nos atendió, logramos pasar de un 1% a un 100% de posibilidades de tener un bebé, por lo que estaremos agradecidos eternamente.
Finalmente además de dar gracias y mas gracias por todo, no puedo dejar de mencionar a Olguita, quién siempre nos atendió amable y cariñosamente, preocupada por cada detalle y tratándonos con respeto, lo que me cabe duda que sucede con cada unas de las pacientes que llega a atenderse a ese lugar.